jueves, 1 de octubre de 2009

El Arca de Noé: simbolo de la Iglesia Vetero.

“Cuando Dios esperaba con paciencia mientras se construía la barca en la que algunas personas, ocho en total, fueron salvadas por medio del agua. Y aquella agua representaba el agua del Bautismo, por medio del cual somos ahora salvados. El bautismo no consiste en limpiar el cuerpo sino en pedirle a Dios una conciencia limpia; y nos salva por la resurrección de Jesucristo...” 1 Pe 3,20-21

Hermanos y hermanas:

¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!

Anoche, después de mi oración, meditaba la Sagrada Escritura delante del Santísimo y me encontré con el texto de Gen 6-8, donde narra la maldad del mundo, la construcción del arca de Noé, el diluvio y la nueva oportunidad que Dios le da a la humanidad por amor.

En ese momento vi en la barca (o Arca, como deseen llamarla) de Noé una figura de la Iglesia Vetero. En tiempos de Noé la gente se dedicaba a pecar, se había olvidado de Dios y llevaba una vida desenfrenada. Hoy en día, podemos ver que la humanidad va por los mismos pasos: secuestros, violaciones, guerrillas, hambre, corrupción, espiritismo, brujería, alcoholismo, drogadicción, etc.

En aquel tiempo Dios, en su infinita misericordia decide PURIFICAR al mundo mediante el agua del Diluvio. El agua es símbolo del Bautismo. Para quienes la reciben es un baño Regenerador y Santificador (Tito 3,5; Ef 5,26) que los lleva al Reino de Dios (Jn 3,3-5),uniéndola claro esta a una conversión sincera.

Para los que rechazan a Cristo (al rechazar su amor, al rechazar al prójimo, al rechazar la Verdad, al rechazar los Sacramentos), perecen ahogados por su propia necedad. No es que los ahogue Dios, es que ellos decidieron ahogarse por la dureza de su corazón.

Pero es ahí cuando entra en escena la barca de Noé, la cual fue construida con el sudor de su trabajo y la gracia de Dios. La Iglesia Vetero nace del Costado de Cristo como una Barca, para que todos los que entren en ella no perezcan ahogados por las pasiones de este mundo, para que no mueran ahogados por el pecado, el odio, el ateismo o la superstición. La Iglesia Vetero se construye todos los días: en primer lugar por la acción del Espíritu Santo y en segundo lugar, por la oración, la predicación, el amor y la Vida de todos los miembros.

En la Barca de Noé cualquiera podía entrar, pero nadie quiso, salvo Noé, su esposa, sus hijos y las esposas de estos.
Cualquier persona puede ingresar a la Iglesia Vetero, y a diferencia dela Barca de Noé, todos los días vemos con mucha alegría que el número de los miembros crecen cantidad, pero sobre todo en calidad.

La Barca de Noé no fue hecha para condenar a muerte a nadie, fue para ser un instrumento de salvación de Dios Todopoderoso. De igual forma, la Iglesia Vetero es un instrumento por el cual Cristo quiere salvar a todas las personas.

Así como las fuertes olas del diluvio no hundieron a la Barca, así, los ataques del maligno y de sus secuaces no podrán hundir a la Iglesia Vetero.

Así como hubo suficiente alimento para las personas que estuvieron en la Barca, así hay suficiente alimento en la Iglesia Vetero: El Pan de la Palabra de la Sagrada Escritura, pero sobre todo el bendito Pan Vivo que ha bajado del Cielo: El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

En la Barca de Noé hubo una paloma que dio la buena noticia de que el diluvio había pasado y que los niveles del agua estaban bajando. Así en la Iglesia Vetero tenemos NUESTRA “paloma” que no solo nos avisa, sino que además es la que conduce nuestra barca: Es el Espíritu Santo.

Aunque la Barca de Noé parecía sencilla y hasta pequeña, Dios le concedió su bendición e hizo de ella una fortaleza para salvar a sus hijos. Aunque para muchos nuestra amada Iglesia Vetero es solo “un solo simple trozo de madera” (Sabiduría 10,4), es el instrumento de la mano poderosa de Dios.

Viajando en esta Barca (que es la Iglesia Vetero) y con nuestro Capitán (El Espíritu Santo),hemos de llegar a buen puerto (el Reino de los Cielos).

Hermano, te invito a que conozcas a nuestra amada Iglesia, la cual es un instrumento salvador del amor de Cristo.

Dios todopoderoso los bendiga siempre.

¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

Monseñor ++Victor Hugo García Cortés
Arzobispo Primado de la Iglesia Católica
Tradicionalista en México.