viernes, 2 de octubre de 2009

La Palabra del Domingo.


Hermanos y hermanas en Cristo:

¡Paz en Cristo nuestro Sumo y Eterno Sacerdote!

Gen 2,18-24
Sal 127
Heb 2,8-11
Mc 10, 2-16

El estado de los casados, es estado noble y santo y muy preciado de Dios.” Fray Luís de León.

En este domingo la Iglesia nos invita a meditar y a valorar algo muy bello: el Santo Matrimonio.
Hoy en día el Sacramento esta siendo atacado tanto por los medios de comunicación que presentan la sexualidad como un buffet, como por las “iglesias” que tienen como norma el celibato obligatorio tanto para ser sacerdote como para ser obispo. Dios creo al ser humano en pareja:
“Aquel que dijo que no era bueno que el hombre estuviese solo, puso al celibato entre los estados inferiores de perfección.” R. Boyle.

El santo sacramento del matrimonio es instituido para todos: clérigos y laicos. Ya que ¿Cómo podrán gobernar alguien a la Iglesia de Dios si no sabe gobernar a su Casa? “¡Que lastima que nadie más que los célibes sepan gobernar a una mujer!” G. Colman el Viejo.
¿Cómo lo sabemos?
La Sagrada Escritura nos enseña que todos los apóstoles fueron casados (1 Cor 9,5), hasta san Pedro (Mt 8,14-15),es una norma dada desde los tiempos apostólicos el que los obispos, presbíteros y diáconos fueran casados (1 Tim 3,1-11), ya que esto es un don de Dios (Tito 1,5-7).
“El matrimonio puede ser a menudo un lago tempestuoso, pero el celibato es siempre un fangoso abrevadero.” T.L. Peacock.
“San Pablo escribió para cerrar la boca a los herejes que condenan el matrimonio, y para demostrar que el matrimonio no solo es una cosa inocente pero también tan honorable que se pueda llegar a ser Obispo casado.” San Juan Crisóstomo. Homilía II en “Carta a Tito.
“Si el pasaje de Apocalipsis 14,4 se refiere a la virginidad del cuerpo y no aquella del alma, ¡cuantos santos serian excluidos de esta gloria! Porque todos los apóstoles, exceptuando a Pablo y a Juan, eran casados.” San Ambrosio, Homilía en 2 Cor 7,11
Todos los días vemos en las noticias que algún”clérigo célibe” violo algún niño, porque estos son los frutos del celibato obligatorio.
“Quitad de la Iglesia el matrimonio honrado y la llenaran de concubinas”. San Bernardo, protestando de la orden de Gregorio VII ordenando el celibato de los clérigos.

Esta es parte de la inmensa riqueza que posee nuestra bella y amada Iglesia Vetero.

A lo largo de 2000 años algunas “iglesias” han traicionado la bendición que Cristo nos dejo en el santo Sacramento del matrimonio del clero. Una iglesia prohíbe el matrimonio del clero, otra solo se lo prohíbe a los Obispos. En nuestra Iglesia Vetero el matrimonio es para todo el clero: Obispos, Sacerdotes y Diáconos.

Dios los bendiga.

¡¡¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo!!!

Monseñor ++Victor Hugo García Cortés
Arzobispo Primado de la Iglesia
Católica Tradicionalista en México.